
En el presente curso nos esperan meses de aventura y descubrimiento, de no quedarnos quietos, de buscar, encontrar, compartir y celebrar. Abriremos los ojos, juntos, contigo, con Él, con esa mirada atenta y en búsqueda que nos llevará a vivir experiencias enriquecedoras para todo aquello que es importante en la vida.
La mirada será la que nos oriente. Una mirada que nos guiará como discípulos, como aprendices de cada día, humildes pero determinados, con vocación de servicio y cuidado de la creación, con fraterna interioridad, con Paz, con Bien, con fe.

Tenemos todo lo necesario para comenzar la aventura. Nuestra TAU franciscana será el mapa de ruta, Dios nos protege, Jesús y María nos acompañan, San Francisco y Madre Francisca nos animan, así que tan solo nos queda dar el primer paso y vivir con apertura lo que cada etapa del camino nos depara.